El día al fin llegó. Antes solía ver cómo mis amigos, de semestres superiores al mío, llegaban a tan anhelado día: la foto final de Medicina Interna. Y hoy me tocó a mí vivirlo.
Ni la enfermedad pudo quitarme la dicha de alistarme, acicalarme, retocarme para la foto que marcaría nuestras vidas de aquí en adelante.
Y para quien no esté contextualizado, haré una breve introducción.
Durante el tercer año de medicina, vemos una materia llamada Medicina Interna y al culminar esa materia, es decir, al culminar ese tercer año de trayectoria durante el pregrado, se realiza una foto conmemorativa. Pero te estarás preguntando: ¿por qué es conmemorativa? y aquí te resuelvo la duda. Es importante este momento ya que será la última vez que estaremos unidos como semestre, es decir, todos mis compañeros de curso estaremos juntos hasta este semestre, hasta este tercer año. A partir del 4to año estaremos separados por mitad. La mitad de mi curso estará viendo unas materias mientras que la otra mitad verá otras diferentes. Y al finalizar, se cambian los roles, de tal manera que ambos cursos, al final del 4to año todos tenemos que haber visto y cursado las mismas materias para continuar el 5to año. Pero eso no es todo, en 5to año, se repite la misma historia, mientras unos ven unas materias específicas, los otros ven materias opuestas. Y al final, se rotan los cursos. Es decir, para llegar al 6to año, a nuestro anhelado año de internado, tendremos que haber aprobado materias de 4to y 5to año pero estando separados por la mitad. Y, ¿cómo nos separan? eso va por orden de lista de apellidos: si somos 100 estudiantes en total, los primeros 50 de la lista se irán a ver materias de primer grupo y los otros 50 estudiantes irán a ver materias de segundo grupo. Espero haberme hecho entender bien.
Es por esto, que el departamento de Medicina Interna es quien gestiona este acto conmemorativo. Para recordarnos como curso completo por la eternidad. Y ¡vaya momento!
He estado enferma estos días, sin saber qué fue lo que me enfermó pero sin duda alguna, no podía perderme este momento. Así que me levanté, me bañé, me alisté, me acicalé, cabellito planchado y maquillaje listo para la foto. Ah!, no podemos olvidar la tan infaltable bata bien planchadita y limpiecita.
Así que vamos a inmortalizar este momento aquí.
7:45 era la hora que nos habían citado a nosotros, bien arregladitos, bien bonitos. Evidentemente no todos llegamos a esa hora. Sin embargo, a medida que llegaban fue momento de tomar fotos tipo selfies que recordaríamos por siempre. Pasadas las 8 de la mañana fue que iniciaron las mil fotos. Bueno, no fueron mil, fueron como unas 30, ya saben, por si alguno sale con los ojos cerrados. Luego de esas fotos, a las afueras del edificio de la facultad, hay una estatua sobre el ADN y sus bases nitrogenadas, lo cual es un lugar apropiado para las fotos. Al llegar ahí, todo mi curso estaba allí, inmortalizando ese día en aquel lugar. Y allí estábamos nosotros también: mis amigas y mi familia. Claro está, mi cuñada también cuenta como familia luego de aguantarse durante más de tres años a mi hermano.
Qué lindo momento.
Bienvenido 4to año y gracias, 3er año, por enseñarme tanto.
Sin duda alguna Medicina Interna estará entre mis especialidades favoritas. <3
-hecho a puño, letra y café mío-
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